Un conductor perdió el control de su auto, atropelló a un nene de siete años y terminó incrustado en el techo de un granero. El hecho ocurrió en la localidad de Bohmte, en Baja Sajonia, Alemania.

Un conductor de 42 años perdió el control de su Volvo SUV a alta velocidad, chocó contra un vehículo estacionado, atravesó una arboleda de arbustos y atropelló a un menor que jugaba en un trampolín, para finalmente incrustarse en el tejado de un granero a tres metros de altura.

El conductor viajaba acompañado de su esposa, de 43 años, sus dos hijos de 11 y 12 años, y un adolescente de 13. Todos resultaron heridos, aunque solo el nene que estaba en la cama elástica y la mujer presentaban lesiones de gravedad.

Desde el departamento de bomberos hablaron de “una operación muy inusual” y relataron: “El vehículo cruzó una calle, ignoró la preferencia de paso, atravesó un patio a toda velocidad y finalmente se detuvo dentro del edificio”.

Un vocero del cuerpo de bomberos indicó que, al llegar, no había personas atrapadas en su interior. Todavía no se determinó cómo la familia logró salir del vehículo desde esa altura.