Desde el Foro ABECEB, el expresidente Mauricio Macri lanzó críticas al estilo de conducción que observa en la actualidad y definió a ciertos liderazgos como “personalidades narcisistas que ni escuchan”, al tiempo que instó a la dirigencia a recuperar empatía en el debate político.

Macri defendió la decisión del PRO de haber apoyado al gobierno de La Libertad Avanza en la elección reciente, pero advirtió sobre las dificultades de ejercer liderazgo “sin equipo” y sin esquemas compartidos de decisión, remarcando que la dinámica política exige consolidar equipos que permitan transformar ideas en resultados sostenibles.

El exmandatario volvió a cuestionar en público la designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete —una crítica que ya había planteado en redes— y ponderó la necesidad de optimizar el equipo para que las políticas se implementen “en tiempo y forma”, vinculando esa demanda a la construcción de éxitos sucesivos que hagan irreversible el cambio.

En su intervención, acompañada por figuras regionales como Felipe Calderón y Eduardo Frei Ruiz‑Tagle, Macri alertó sobre un escenario global de “oferta de liderazgos en retroceso” y sostuvo que la violencia en el debate político empuja a los líderes empáticos a correrse, favoreciendo perfiles más autorreferenciales en el poder.

El discurso reactualiza tensiones internas entre el PRO y el Gobierno y plantea un desafío político concreto: consolidar equipos y canales de diálogo que permitan transformar el respaldo electoral en gestión efectiva, mientras se definen los límites de la articulación entre Macri, su partido y la administración de Javier Milei.