Las empresas del sector alimenticio reconocieron que existen incrementos en discusión, pero aclararon que el proceso no resulta homogéneo para toda la industria. Algunas firmas anticiparon listas de precios, mientras que otras decidieron esperar a la evolución del tipo de cambio antes de tomar decisiones concretas. Durante los primeros días tras el incremento del dólar, en los grandes supermercados el movimiento se limitó a advertencias de proveedores, sin que la mayoría de ellos hayan presentado nuevas listas de aumentos. Hasta el viernes, varias cadenas destacaron que no recibieron comunicaciones formales sobre incrementos de precios, aunque algunas aceiteras confirmaron que ya enviaron nuevos valores, con aumentos de entre 5% y 7% que impactan en todos los canales de comercialización.

En algunos casos, las firmas aceiteras, que también producen farináceos, se vieron directamente afectadas por la suba del precio del trigo, cuyo valor trepó un 17% en julio. El presidente de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, explicó que no hay manera de postergar el traslado del aumento en el trigo, ya que este insumo representa el 80% del costo de la harina y cotiza en dólares. Sin embargo, aclaró que la harina fue uno de los commodities que menos ajustó en comparación con la inflación interanual, con un incremento menor al 10%, debido a la estabilidad que mantuvo el tipo de cambio durante el año.

Desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) señalaron que no en todos los casos se observa un aumento generalizado de precios. Informaron que cada empresa analiza su estructura de costos y define ajustes dependiendo de su situación particular. Aseguraron que la transmisión de estos incrementos no es automática, lineal ni proporcional, y que la inflación del rubro “Alimentos y Bebidas” en lo que va del año se mantuvo por debajo del nivel general, incluso con precios al consumidor que permanecieron por debajo de los precios de salida de fábrica en ese período.

El panorama en mayoristas y autoservicios muestra una dinámica diferente. Armando Farina, vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), indicó que las negociaciones están en marcha y que lo que ocurra esta semana respecto al dólar y los servicios será clave para determinar si los ajustes se trasladan a los precios. Informó que, en productos como galletitas, fideos y harinas, los aumentos aún son bajos, entre 2% y 4%, y que en otros rubros, como productos de limpieza y perfumería, las subas trimestrales ya están pactadas en torno al 7%.

Por último, las cadenas mayoristas y supermercadistas del interior confirmaron que, por ahora, llegaron pocas listas con aumentos y que existe una sensación de alarma que todavía no se materializa en cambios de precios. La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) aclaró que "el mercado está tranquilo" y que la probabilidad de aumentos mayores dependerá de la evolución del dólar, pero en la actualidad no se registran modificaciones significativas.