La medida busca evitar un colapso en el servicio y garantizar la estabilidad del suministro eléctrico en las zonas más afectadas.

El plan incluye la programación de cortes rotativos en distintos puntos del país en horarios previamente definidos, que serán informados a los usuarios con antelación. Además, se priorizará la provisión de electricidad en hospitales, escuelas y otros servicios esenciales para minimizar el impacto de los cortes en la población.

La Secretaría de Energía también destacó que se incentivará el uso eficiente de la energía mediante campañas de concientización, y se promoverá la disminución del consumo en momentos críticos del día, especialmente en horarios de mayor demanda, como las tardes de verano cuando el uso de aires acondicionados se dispara.

Este plan se da en el marco de una crisis energética marcada por la falta de inversiones en infraestructura y la escasez de gas natural, un recurso clave para la generación de energía. A esto se suma la dificultad de importar combustibles por la escasez de dólares, lo que complica aún más la situación.

El Gobierno aclaró que esta medida es temporal y que se están buscando soluciones a largo plazo, como inversiones en energías renovables y mejoras en la red de distribución eléctrica, con el objetivo de reducir la posibilidad de cortes en los próximos años