Chirillo, quien ocupaba el cargo desde el inicio de la gestión, estaba encargado de la producción de gas y petróleo, además de la política energética general del país.

Durante su gestión, impulsó la inversión en Vaca Muerta y buscó reducir la dependencia de gas importado. Sin embargo, enfrentó críticas por su manejo de los subsidios energéticos y la demora en aplicar medidas para mejorar la eficiencia en el sector. Estas tensiones, sumadas a la presión económica, terminaron desgastando su posición.

El gobierno no ha anunciado aún quién será su reemplazo. La expectativa es que el nuevo secretario adopte políticas más alineadas con las reformas económicas de Milei, centradas en reducir el déficit fiscal y controlar el gasto en subsidios, en un contexto de alta inflación.

La salida de Chirillo ocurre en un momento crucial para la política energética del país, cuando el gobierno necesita equilibrar la demanda creciente de energía con la urgencia de ajustar sus cuentas fiscales.