La denuncia es de Facundo Manes. En este caso es porque el asesor presidencial le sacó una foto al carnet del fotógrafo Antonio Becerra durante el debate de candidatos porteños mientras este lo retrataba. Manes lo catalogó como un hecho nuevo la causa previa ya judicializada donde había denunciado una pelea con Caputo en el Congreso Nacional.

El escrito judicial dice: “Cuando era retratado por el reportero gráfico Antonio Becerra Pegoraro, del diario Tiempo Argentino, alzó su mano para tapar la lente de la cámara, tomó el carnet del periodista para ver sus datos de acreditación y le sacó una foto con su teléfono inteligente”.

Manes establece que este comportamiento no fue un hecho aislado: “Acredita un patrón recurrente en la utilización de la amenaza coactiva”, reforzando su teoría de que existe una línea de conducta por parte del asesor presidencial que excede lo meramente anecdótico y entra en el terreno penal.

El funcionario ya había advertido públicamente sobre lo que considera una práctica de amedrentamiento por parte de Caputo en distintas instancias políticas. En paralelo, el fotógrafo involucrado no presentó, al menos por el momento, ninguna denuncia por lo ocurrido. Desde su entorno dejaron trascender que está evaluando la situación pero que, por ahora, prefiere no judicializar el incidente.

La denuncia vuelve a poner a Santiago Caputo, una figura clave del esquema comunicacional del gobierno de La Libertad Avanza (LLA), en el centro de la polémica. Esta vez no solo por su rol político, sino por su comportamiento en un espacio público y frente a un trabajador de prensa. La decisión de la Cámara Federal sobre la apelación de Manes podría ser clave para determinar si estas acciones merecen ser investigadas más a fondo por la Justicia.