Rusia acusó a Ucrania de usar misiles estadounidenses ATACMS para atacar su territorio. Los ATACMS son misiles tácticos de largo alcance, diseñados para impactar con precisión en objetivos estratégicos como bases, sistemas de defensa aérea o infraestructura crítica.

Con un alcance de hasta 300 kilómetros, los ATACMS permiten a Ucrania expandir su capacidad ofensiva, algo que preocupa al Kremlin. Estos misiles son lanzados desde sistemas HIMARS y M270, también provistos por Estados Unidos, lo que refuerza el apoyo occidental a Ucrania en el conflicto.

El ataque señalado afectó una base militar rusa, aunque las autoridades ucranianas no confirmaron ni desmintieron el uso de estos misiles. Analistas estiman que los ATACMS podrían cambiar la dinámica del conflicto al dificultar las operaciones logísticas rusas en regiones ocupadas.

Moscú condenó la entrega de estos armamentos por parte de Estados Unidos, calificándola como una escalada directa en la guerra. La tensión diplomática entre ambas potencias continúa en aumento.

Washington justificó el envío como parte de su respaldo a la soberanía ucraniana, mientras las operaciones militares avanzan en el este y sur del país europeo.

Los misiles están fabricados por Lockheed Martin, el sistema ATACMS para golpear objetivos mucho más allá de las líneas del frente, como depósitos de municiones, cuarteles generales y concentraciones de tropas. Utilizan un propulsor con combustible sólido, miden aproximadamente 4 metros de longitud y tienen un diámetro de 60,96 centímetros.