Aimé Castillo tiene 23 años, es bombero voluntario en San Vicente y fue vista por última vez el sábado luego del desenlace trágico de su novio quien se quitó la vida en Año Nuevo.

Aimé, ante el dolor por la pérdida de su pareja decidió ir a pasar los días a la casa de su mamá, en Brandsen. Según allegados, salió en bicicleta del domicilio ubicado en el barrio "La Dolly" el sábado y nunca regresó.

Su hermana contó en una entrevista, que según su mamá "estaba mejor de ánimo",.

“El vecino que tenía cámaras de seguridad muestra cómo sale mi mamá de casa y cómo llega, pero no se llegó a ver a mi hermana porque encaró para la otra calle y la cámara apuntaba para el lado contrario”, explicó.

La zona, poco transitada, carece de cámaras de vigilancia y no quedaron rastros de Aimé: “No mandó mensajes y no avisó nada”.

Además, aseguró que a su hermana le llegan los mensajes por WhatsApp y las llamadas, pero no las responde. En ese sentido, detalló: “Nadie sabe nada, intentamos localizar el teléfono y marcaba que estaba en el barrio Mendizábal, en Brandsen, pero fuimos con la policía y no estaba”.