En diciembre, el aguinaldo vuelve a ser un ingreso clave para los trabajadores registrados. El Sueldo Anual Complementario es un pago extraordinario establecido por ley y se abona en dos momentos del año: mitad de año y diciembre. El monto corresponde al cincuenta por ciento de la mejor remuneración mensual percibida en el semestre, incluyendo sueldo básico, horas extras habituales, comisiones y otros conceptos remunerativos.

El pago de la segunda cuota debe realizarse antes del 18 de diciembre. Si la fecha cae en un día no laborable, las empresas están obligadas a adelantar el depósito al día hábil previo. Algunas compañías optan por pagarlo antes para que los empleados dispongan del dinero en la previa de las fiestas. El cumplimiento del plazo es fiscalizado por los organismos de control laboral.

El beneficio alcanza a trabajadores registrados del sector público y privado, personal doméstico formalizado y trabajadores rurales. No corresponde a autónomos y monotributistas, salvo excepciones previstas por convenios específicos. En casos de renuncia o despido, se paga un proporcional según el tiempo trabajado del semestre. Licencias pagas, enfermedad justificada o vacaciones no afectan el derecho al cobro.

Para quienes no completaron seis meses de trabajo al 31 de diciembre, el aguinaldo se liquida de manera proporcional. El empleador debe tomar la mejor remuneración mensual, multiplicarla por los meses trabajados y dividir el resultado por 12. En sueldos variables o con comisiones, el cálculo se basa en el mes con mayor ingreso total.

El recibo de sueldo debe detallar el pago del SAC y permitir su verificación. El retraso o incumplimiento habilita sanciones por parte de las autoridades laborales. Por su importancia, millones de familias destinan este ingreso a gastos de fin de año, compromisos pendientes o planificación financiera del cierre del calendario.

El aguinaldo sigue siendo un componente central del salario argentino y un refuerzo económico decisivo para los trabajadores cada diciembre.